CÓCTEL DE FÚTBOL CON GOTAS DE VIDA
Tenía un 90%
de mi siguiente post listo hasta que el pasado martes la mayor de mis pasiones terminó de irrumpir de
súbito para recordarme porque ella es mi mayor pasión. Tiene nombre propio,
Fútbol. Y es que ese sublime/banal juego es una muestra fiel de lo que es la
vida; de seguro para cada apasionado a cualquier juego o arte diferente, su
pasión es también esa muestra, pero como el post es mío y el fútbol mi pasión,
trataré de expresar con eventos futboleros que viví o presencié en menos de una
semana que evidencian la correlación de este juego como reflejo fiel de varias
dinámicas humanas.
1- EL poder de la convicción: El pasado
martes 7 de mayo, Liverpool venció a Barcelona en un partido épico. Iban
perdiendo la serie 3-0 ante el rival que tiene la dupla de ataque más letal del
mundo hoy en día. Varios creíamos en un triunfo inglés, pero no lo
suficientemente contundente para pasar a la final del torneo anual de clubes
más importante del mundo, muchos asumimos la ventaja del equipo catalán como
suficiente obstáculo para que los ingleses no soñaran con su segunda final
consecutiva. Para empeorar el panorama, los Red
Devils perdieron dos jugadores trascendentales en ataque, el panorama era
más que oscuro. En síntesis, a pesar de
venir haciendo todo muy bien, Liverpool estaba “mayormente” perdido por
circunstancias varias (todos hemos estado ahí). Sin embargo, “mayormente “no
implica “totalmente”, y como el totalitarismo asquea, los mayormente perdidos
que tenemos conciencia seguimos hasta el último aliento, aún cuando sabemos que
estamos mayormente perdidos. Y para no
extenderme en obviedades, Liverpool volteó la torta y ganó 4-0 en un partido
hermoso. Los dos partidos de semifinales fueron hermosos porque los que estaban
muy debilitados se sobrepusieron a la adversidad por mera convicción, y los
derrotados se fueron porque la perdieron a pesar de todo indicar que el triunfo
era de ellos. Nadie está exento de las dos cosas.
2- La importancia de la transparencia y la
justicia: Aparte de los resultados y el nivel de juego de las dos semifinales
de la UCL, los dos partidos son memorables también porque los dos equipos en
cada encuentro fueron ultra limpios; sin mañas, sin especulaciones, sin
engaños; sólo unos pocos roces muy normales que se ven tanto en cualquier
partido de fútbol de barrio como en finales de la Champions League. Los gozamos tanto también porque los arbitrajes,
los impartidores de justicia, fueron excelentes y no dieron nada de qué hablar;
no penales dudosos, no faltas menudas favoreciendo al usual poderoso. Los partidos
fluyeron porque los cuatro equipos y los árbitros se dedicaron a hacer las
cosas de la mejor manera posible y de manera honesta dentro del marco
establecido para la confrontación, con total fidelidad a sus principios y
metas; sin aplicar estrategias cuestionables que fueran en detrimento de la
integridad del otro.
Jürgen Klopp
(DT del Liverpool) dijo hace más o menos 8 años que el Barcelona ganador de
todo en aquel tiempo, dirigido por Pep Guardiola, era una sinfonía. Jugaban
perfecto y ganaban todo, pero que para su gusto le aburría ese juego, esa
música, y que él era más bien metalero (de hecho, lo es). Desde entonces, con
nóminas mucho menos lujosas que las de sus rivales, ha ganado la liga alemana y
ha estado muy cerca de ganar la liga inglesa y la UCL; pero ha quedado segundo
unas cuantas veces, razón por la cual muchos demeritan su trabajo ignorando que
es un tipo que comparte gran empatía con sus jugadores; que siempre piensa
en entretener al público que paga por esa boleta (lo ha dicho); que no quiere
especular con nada; que celebra sus goles como si fuera un hincha y jugador;
y que no se guarda ni la frustración ante la derrota, o los elogios para sus
rivales. Jürgen Klopp es un irreverente aguerrido y prudente a la vez, mezcla ideal; no lo idolatro, es sólo un tipo frentero y su fútbol es como sus
declaraciones: “Creo en el estado de
bienestar. No tengo seguro privado y nunca votaré por quien prometa bajarle
impuestos a los más ricos”.
3- La amnesia colectiva y el espíritu destructor
de la masa: La dinámica del juego demostró la importancia de cada miembro
de cada equipo; hubo héroes valientes y otros sagaces, hubo guerreros
derrotados y hubo grandes jugadores en un mal día; pero no tengo ni la más
mínima duda de que ninguno de esos jugadores dio menos de lo que podía dar. El
fútbol es colectivo, nadie juega ni gana ni pierde solo; depende -como en
muchas dinámicas sociales- de que cada miembro de la comunidad haga bien lo que
le corresponde hacer. Pero la masa, ya sea por ignorancia o polarización, aniquila
sin piedad a uno de los mejores de la historia como si él tapara, defendiera,
armara y definiera; parece que quisieran que cobrara los tiros de esquina y los
cabeceara; y así como sólo una semana antes se rendían a sus pies por dos goles
que logró, esta semana lo tachan de “pecho frío y mediocre”; pero bueno ese es
el sino de los mejores, asumir las responsabilidades de todos, incluso la de
sus rivales que quedaron por el camino previamente. Liverpool vs Barcelona
fue un juego de máximo nivel, cada jugada, cada minuto era potencialmente
decisivo. Y a pesar de los errores y virtudes de unos o de otros, válgame lo fácil que es decir que un jugador
es malo o que Messi es un “pecho frío” cuando uno no sabe ni patear un balón o
decirle al jefe que no está de acuerdo con una decisión o propuesta que hace.
Fácil ser capo, ¿no?
4- La gratitud, la fidelidad y la sabiduría de
cerrar ciclos: Hoy el gran Diego Godín, jugador uruguayo, se despidió de la
hinchada de Atlético de Madrid con este sentido video. Un jugador que en su
esplendor no se dejó seducir por el Real Madrid ni por los equipos más
poderosos del mundo; y aunque el Atlético de Madrid no es un equipo pequeño, es
un referente de la población de Madrid que se opuso a ciertas tendencias en
épocas de régimen dictatorial. En la fase final de su carrera Godín se
marcha a un nuevo club, pero no por infiel, ni por ambición monetaria
necesariamente; se va a otro país, se va porque el ciclo se ha cumplido y es
mejor irse antes de que las relaciones se deterioren. Godín podrá sentirse
siempre en casa en Madrid, cuando tenga que volver a jugar allí vistiendo otros
colores, de seguro recibirá la ovación, cariño y reconocimiento de quienes por
tantos años han disfrutado de su garra y su clase, y hoy lloran en su
despedida.
5- El talento sin pasión, es tambor que no
resuena: El jueves pasado, y un par de partidos previos, jugué con el
equipo más sin alma y desunido del que haya podido ser parte en mi vida.
Varios talentosos llenos de arrogancia que “juegan” sólo para satisfacer su
ego. Así el talento se va al carajo, y si el encargado de dirigirlos es un
polluelo igualmente egocéntrico y rosquero, el fracaso está sellado y firmado.
Tal cual fue en los partidos a los que fui: técnicamente mejores que nuestros
rivales; llenos de talento y potencial, pero pésimamente dirigidos y con un
espíritu individualista que no nos dio para vencer, incluso, a rivales mucho
más débiles. Eso nos volvió predecibles y por consiguiente muy vulnerables
6- Mezcla de experiencia-juventud y el eje
silencioso: Adoro ver que los que ganan partidos tan bravos no son solo los
que hacen los goles como muchos ven de primera mano; esos partidos se empiezan
a ganar con tipos tan expertos, completos, pilos y subvalorados como James
Milner o Fernando Llorente, junto con jóvenes irreverentes y decididos
como Alexander-Arnold y Dele Ali. Esa mezcla hace que las cosas salgan
mejor, se den más prolijamente. La serenidad y experiencia del veterano en
conjunción con el ímpetu y vigor de jóvenes inteligentes y convencidos
garantizan un alto porcentaje de éxito en las metas de un colectivo, al
Ajax le faltó veteranía y al Barcelona el ímpetu de un par de jóvenes
irreverentes.
Quise describir eventos
de fútbol que percibí en una semana y que relaciono con seis aspectos del ser
humano como ser social, aspectos que se pueden evidenciar, vivir y asumir de
manera muy similar en otros ámbitos ajenos a este hermoso y maravilloso juego, que muy por encima de las mafias y defectos que lo han ensombrecido en los últimos años, como deporte y fenómeno social me ha enseñado montones
sobre los valores de los seres humanos, sobre comportamientos individuales y
colectivos, sobre cómo confiar en mi intuición, y lo mejor, sobre cómo ser mejor
persona.
Banda sonora: "You'll never walk alone" (Gerry & The Pacemakers)
https://www.youtube.com/watch?v=OV5_LQArLa0
Banda sonora: "You'll never walk alone" (Gerry & The Pacemakers)
https://www.youtube.com/watch?v=OV5_LQArLa0